Época: Siria
Inicio: Año 1600 A. C.
Fin: Año 1185 D.C.

Antecedente:
Ugarit: promontorio del hinojo

(C) Federico Lara Peinado y Joaquín Córdoba Zoilo



Comentario

La plástica ugarítica en piedra ha proporcionado hasta el momento pocos ejemplares. Entre ellos hay que señalar una estatua sedente, de gran tamaño (1,19 m; Museo de Aleppo), acéfala, de concepción siria, pero con vestido de influencia mesopotámica, fechada en el siglo XVIII a. C.; otra de pequeño tamaño, del Bronce Medio, que representa a un hombre sentado sobre un trono cúbico, vestido, y con una flor de loto en su mano izquierda, toda ella de clara inspiración egipcia; una estatuilla en alabastro, figurando a un nubio llevando un vaso sobre las espaldas (16,5 cm; Museo de Damasco), y una figurita, en caliza, del siglo XIV a. C., representando un carro tirado por dos caballos al galope y ocupado por un solo personaje.
La plástica en piedra se completa con numerosas peas que adoptan variadas formas animalísticas (patos, toros, leones, etc.), de considerable interés.

La pobreza de esculturas pétreas se compensa con el relativamente abundante número de estatuillas metálicas, fundidas por lo común en cobre y bronce, y que tanto éxito alcanzaron en los talleres diseminados por el valle del Orontes y las montañas del Líbano. Entre ellas sobresale la de una mujer sentada (24,8 cm; Museo del Louvre), hallada en el Santuario hurrita, en cobre y con hilos de oro y de plomo, vestida a la moda siria y tocada con turbante, que tal vez sea representación de la diosa hurrita Hepa. De parecida tipología es una estatuilla viril, de cobre y en su día recubierta con lámina de oro (17,6 cm; Museo del Louvre), con grandes ojos de piedra blanca incrustada. C. Schaeffer las data entre los siglos XIX y XVII a. C. y señala su similitud con otra esculturilla masculina de Bogaz-koy (en el Museo del Berlín).

En una jarra aparecieron dos estatuillas de plata (28 y 16 cm, respectivamente) de tosca factura, representación probable de sendas divinidades, una masculina y otra femenina (Museos de Aleppo y del Louvre), adornadas con minúsculos torques de oro, y fechables entre el 2000 y el 1800 a. C. Muy parecida a éstas es otra que se encontró en Tell Simiriyan, al sur de Ras-Shamra.

Correspondientes a la segunda mitad del segundo milenio son dignas de reseñarse unas cuantas estatuillas broncíneas, recubiertas con lámina de oro -del que quedan sólo vestigios- que representaron probablemente al dios Baal, tocado con alta tiara, figurado de pie y en actitud de marcha; la posición de sus brazos parece indicar que portaban mazas, lanzas o hachas de guerra. Los ejemplares son varios, debiendo citar los de Ras-Shamra, Minet el-Beida y Tartous, además de otros similares hallados en Biblos, Kamid el-Loz y Megiddo.

Asimismo, nos han llegado bronces representando a dioses -¿o soberanos?- sentados, en actitud de bendecir, gesto tomado indudablemente de la cultura egipcia. Uno de los más divulgados, localizado en Ras-Shamra, representa según C. Schaeffer y M. Dunand, al dios Ilu (en la Biblia El); va tocado con una corona osiriana y cubierto con manto típicamente sirio. Todo él (13,8 cm; Museo de Damasco) estuvo recubierto de oro, conservado casi en su totalidad. Interesante es también la figurita de Minet el-Beida (17,9 cm; Museo del Louvre), de bronce y forrada de oro y plata; va tocada con corona egipcia y adornado su brazo derecho con un anillo o brazalete; el izquierdo lo tiende hacia adelante como lanzando un arma.

Menor interés tiene otra estatuilla, también de bronce, de la necrópolis de Minet el-Beida (12 cm; Museo de Aleppo), de desnuda cabeza y ojos incrustados con esmalte y plata, calificada impropiamente como un dios Baal. Semejantes a esta pieza son otras halladas en distintos puntos costeros del Mediterráneo oriental (Biblos, Beth Shan, Tell Abu Hawwan, Tell Sippor, etc.).

Se poseen, asimismo, algunas estatuillas femeninas figurando a diosas, hecho comprobado en un taller de la propia Ugarit, en el cual se ideó el tipo de estatuilla de mujer bendiciendo. En una de ellas, de gran calidad, en bronce (25,8 cm; Museo de Damasco), C. Schaeffer creyó reconocer a Asherat del Mar. La pieza estaba inacabada, pues le faltaba el tocado y el brazo izquierdo, así como en algunos sectores la lámina de oro que la recubría. Representada de pie y envuelta en un ajustado manto sirio, tenía su brazo derecho levantado con la palma de la mano abierta, con el típico gesto de la bendición.

Otra diosa de Ugarit, del siglo XIV a. C., quizás representación de Elat, la esposa de Ilu, sentada y en actitud de bendecir, presentaba mayores influencias egipcias, visibles en la corona (tipo atef), en los collares y en su plisado vestido.

Podemos finalizar este apartado recogiendo una remarcable figurita de toro de pie sobre un zócalo rectangular, que formaría parte, tal vez, de un portaenseñas; una soberbia hacha de guerra en forma de cabeza de leona; y los halcones de bronce, coronados con el "pschent", la doble corona egipcia, hallados en la propia Ugarit (12,7 cm el mayor, Museo del Louvre), que plantean el problema de si fueron importados o fueron elaborados en Ugarit por artistas egipcios. Otro ejemplar (5,5 cm; Museo de Damasco) localizado en Minet el Beida, aunque sin corona, presenta entre sus patas un "uraeus", detalle que lo distingue incluso de los ejemplares fundidos en el propio Egipto.